miércoles, 13 de marzo de 2013

Que se muera lo viejo...


 

Que se muera lo viejo
 
Y que nazca lo nuevo
 
Que se muera lo viejo
 
Y que nazca lo nuevo
 
En un mar de ilusiones
 
Surgirán las pasiones
 
Moverán corazones

Ofreciendo  sus dones
 
Yo recuerdo y te canto
 
La raíz de mi árbol
 
Que me ancla en la tierra
 
Y apacigua mi guerra
 
En la calma te encuentro
 
En mi corazón estás dentro
 
En la paz yo te Amo
 
Y siento tu Ser en mi Mano
 
Que se muera lo viejo
 
Y que nazca lo nuevo
 
Que se muera lo viejo
 
Y que nazca lo nuevo
 
 
Se acabaron las prisas
 
Bienvenidas las risas
 
Me encuentro en tu mirada
 
Me hechizas como un hada
 
Buscando el misterio
 
Abrazando lo bello
 
Bendíceme la alegría
 
De sonreír cada día
 
Y danzar con la vida
 
No darla por  perdida
 
Que se muera lo viejo
 
Y que nazca lo nuevo
 
Que se muera lo viejo
 
Y que nazca lo nuevo.

 

 

 

 

jueves, 7 de marzo de 2013

Pide y... ¿se te dará?



En nuestra voz reside nuestro más grande fuerza creadora. Dios dijo hágase la luz y la luz se hizo. Como dice la biblia lo primero fue el verbo; la vibración del sonido que produce una resonancia sobre el campo cuántico y genera la realidad fractal correspondiente al reencontrarse con su reflejo en el campo totipotencial etérico.

Una vez que tenemos claro lo que queremos, que nos decidimos iniciar algo, o nos marcamos un objetivo, llevarlo a la palabra, es la mejor manera de que las semillas de nuestras aspiraciones den frutos.

Entendiendo que hay que pedir desde la humildad, y la confianza que da saber que la vida sabe lo que realmente necesitamos más allá de los engaños personales. Lo cual nos ayuda a desapegarnos de la respuesta que obtengamos.


Pero con la conciencia clara, que cuando transformamos nuestros anhelos en palabras, aunque nos desapeguemos del resultado de nuestras peticiones; estamos reconociendo que somos merecedores del Amor incondicional que lo nutre todo.

Una vez que el corazón se ha expresado a través de la voz, solo nos queda escuchar las infinitas posibles respuestas que nos depara el silencio.

AMOR Y SUFRIMIENTO



Uno de los principales motivos, que más imposibilita vivir las relaciones en la cuarta dimensión, es la creencia subconsciente, de que solo si sufro por Amor es que amo de verdad. O que solo si los demás sufren por mí, es que me aman de verdad.

Aprender desde el sufrimiento forma parte de las viejas relaciones en la tercera dimensión, en estos momentos toca evolucionar desde el discernimiento, y la comprensión plena que en todo momento la vida nos ofrece lo que realmente necesitamos de ella. 

Solo hace falta creerse que uno lo merece, para dejar atrás el viejo paradigma de luchar para merecernos las cosas, y así obtener un Amor condicionado, a través de nuestro sufrimiento.

Karma, destino y libre albedrío



¿Existe el destino como algo determinado de lo que no podemos escapar, por mucho que queramos? O por el contrario existe el libre albedrío, y en cualquier momento podemos ser cocreadores, de cualquiera de la infinitas realidades posibles.

Estas dos posibilidades conviven como lo relativo y lo absoluto, y el hecho de que experimentemos la vida de un modo u otro, está condicionado por nuestro nivel de conciencia.

Cuando estamos en el nivel de lo relativo, de lo concreto,  propio de la dualidad que hay en la tercera dimensión; estamos condenados a atraer a nuestro presente todo aquello que nos impide estar en ese estado de neutralidad y no juicio, que nos hace ser uno con el Tao.

Como dice la sabiduría hindú, todo rajas tiene su tamas, todo deseo condicionado, atrae la realidad que le complementa, pues es en ese estado de reencuentro de los opuestos, donde se puede retornar al punto de equilibrio.  Lo que en la tercera dimensión ese reencuentro necesariamente genera sufrimiento, pues la mente sigue juzgando entre lo que es bueno y lo que es malo, lo que desea y lo que no desea;  y el tener que vivir lo que uno no desea genera sufrimiento.  Y a veces todo y eso, las personas se entregan a ello, para huir de un sufrimiento aún mayor, el que genera la culpa, por ser incapaces de aceptar aquello que la vida nos pone delante. Como si no fuéramos lo suficientemente buenos y agradecidos, para compensar a la vida, por todo lo que nos da.

En esa dimensión de lo relativo y lo limitado, somos esclavos de los condicionamientos de nuestra memoria transgeneracional. Estamos condenados a repetir y revivir todo lo que nuestros ancestros fueron incapaces de amar y aceptar como parte de las experiencias necesarias, para evolucionar como partículas de conciencia que van al reencuentro con lo absoluto.

Ese karma o destino, nos lleva a repetir situaciones, experiencias , accidentes, muertes, enfermedades y relaciones, en las que se despiertan aspectos de la conciencia transgeneracional a la que pertenecemos, que estaban ocultos en la sombra y no habían sido integrados y aceptados, para que así el Alma colectiva al recuperar todas sus partes, pudiera entrar a formar parte de una nueva dimensión de la realidad más amplia, más cercana a la conciencia absoluta que somos.

En la cuarta dimensión, surge la conciencia del amor que es más integradora y unificadora que la de la mente propia de la tercera dimensión. El amor fruto del encuentro entre lo Masculino y lo Femenino, el Padre y la Madre, la mente y la materia, el vacío y la forma, el cielo y la tierra. Ese amor que se genera en el corazón de la estrella tetraédrica, donde uno de sus triangulos es la triple personalidad de la mente concreta y el otro simboliza la triada espiritual (atman, budhi y manas) de la consciencia transpersonal. Esa cuarta dimensión corresponde a tener la conciencia mayoritariamente en nuestro chakra corazón. Donde desarrollamos el amor incondicional, y entonces podemos abrazar sin sufrimiento, lo que la vida nos lleva a la conciencia. Aun estamos anclados en los efectos del karma o destino, pero podemos afrontarlo desde un estado de no sufrimiento al desarrollar el amor incondicional.

Cuando hemos realizado ese abrazo amoroso no condicionado de la cuarta dimensión, podemos seguir nuestra evolución y acceder a la quinta dimensión. La dimensión del cuerpo sutil, donde la dualidad en el mundo de la forma desaparece definitivamente, y nos damos cuenta de la unión que se crea entre cada uno de los contextos y dimensiones del mundo de la forma. Esa visión más amplia de la realidad, nos ayuda a vernos como algo más que un ser limitado, accedemos a la visión transpersonal y nos damos cuenta de que somos  parte de una conciencia global.

Desde ese nivel de discernimiento más elevado, gracias a una visión más amplia de la realidad, llegamos a  entender los programas transgeneracionales que se proyectan sobre nuestra realidad para ser sanados y transformados, y podemos dejar de ser esclavos de ese destino condicionado.

La correcta visión del Mundo, nos lleva a desarrollar el perdón, la aceptación plena de todo lo experimentado, como pasos necesarios en nuestro reencuentro de lo absoluto.  Ya no juzgamos a las personas que aun vibran en la 3 dimensión, porque somos conscientes que sus actos y su forma de pensar, no son fruto de su libre albedrío sino de condicionamientos transgeneracionales, que les hacen repetir inconscientemente  una y otra vez el mismo destino kármico.

Desde ese estado de conciencia, en el que somos capaces de observar la repetición de los programas transgeneracionales del Alma colectiva a la que pertenecemos, y perdonar todo lo vivido por nosotros y nuestros ancestros, dejamos de ser esclavos del destino.

Como la física cuántica nos recuerda, el observador modifica lo observado. Pero lo que hace que el observador pueda aparentemente cambiar la realidad observada, es el punto de vista desde el que observa. Pues en una realidad multidimensional, lo relativo y lo absoluto van a estar siempre conviviendo. Aunque solo seamos capaces de ser conscientes de los efectos que nos provoca el punto de vista dimensional, desde el que estamos tomando conciencia de la realidad. Si nos enfocamos en la tercera dimensión, nos enfrentaremos una vez más a la rueda del samsara que nos repite el karma, en cambio si nos enfocamos en la quinta dimensión, nuestra toma de conciencia glogal y el conservar la resonancia armónica con el Tao, nos liberará de la rueda del sufrimiento.

Solo el amor y una verdadera toma de conciencia de la realidad transpersonal ,en la que formamos parte; nos puede permitir  vivir desde el no juicio y la aceptación plena de todo lo que nos rodea.

Desde ese estado de neutralidad, el poder totipotencial del Tao, fluye sin limites, y no hay ningún destino inamovible del que no podamos escapar. Es más ya no es necesario vivir en el mundo de la forma, esas viejas relaciones, situaciones, experiencias, etc… Por que sabemos que nuestros ancestros ya pasaron por ellas, y el hecho de perdonarlas y llevarlas a la neutralidad, nos permite acceder a una nueva dimensión de la realidad, en la que establecer relaciones más sanas, en resonancia con el amor incondicional que hemos desarrollado en la cuarta dimensión.

Cuando hemos desarrollado ese nivel de conciencia, en el que recordamos plenamente la unión que hay entre todos los seres, deja de tener sentido el sufrimiento. Pues ya  no hace falta experimentar lo que es el sufrimiento, y recordar que todos los seres sufren, para  que miremos que nuestras acciones no produzcan sufrimiento en el Mundo.  El recuerdo del lazo amoroso que nos une a todos los seres, nos hace buscar el bien común,  no por huir del sufrimiento propio o del ajeno, sino porque tenemos plena conciencia de que nuestra felicidad y la del otro son una misma felicidad. Y que todo lo aparentemente externo, es un reflejo de la Unidad a la que todos pertenecemos.

Namaste Vida, y gracias por todo lo que me enseñas…

AMADA MUERTE


Amada y dulce muerte
me lancé por encima
de los muros del olvido,
y obtuve la suerte
de alcanzar la cima
recordando todo lo vivido.
Infinitas existencias unidos;
millones de veces fui matado,
millones de veces maté;
y en manos del destino
dejé todo lo amado
por miedo a tocarte
y dejar de Ser.

Danzando en cuerpo y mente
por el océano de la eternidad
recordé que solo una muerte
me lleva a mi amada libertad.

Abrazar lo que tu eres,
y  morir sin dolor
como uno se muere
en los brazos del Amor.


lunes, 25 de febrero de 2013

Todo solo ya vendrá




Morir es el inicio

de un largo camino;

una danza de pasos

y cada uno, un destino.

Donde florecen los deseos

y se despierta la pasión

buscando mil trofeos

empapados de emoción.
 

Buscando en la tierra

y más allá de las estrellas,

donde todo lo que encuentras

da profundidad a tus huellas.

Heridas  ancestrales

en un equilibrio eterno

conviven con la alegría

como el verano con el invierno.

 

Deja ya de buscar

todo solo ya vendrá

Deja ya de pedir,

el infinito está en ti.

Deja ya de buscar

el principio es el final.

Deja ya de pedir

y agradece tu existir.

 

Vivir es entrega sin juicio,

un sagrado compartir

aprendiendo como oficio

el arte de dar y recibir.

Yo te doy lo que merezco

el Universo es un espejo

cuanto más doy más crezco

todos somos un reflejo.

Separados en la división,

nos invade el dolor

despertemos de la ilusión

recordemos el Amor.

 

Abrazemos a la vida

no la demos por perdida

lo que amaste de verdad,

nunca jamás se olvida.

 

Deja ya de buscar

todo solo ya vendrá

Deja ya de pedir,

Lo infinito está en ti.

Deja ya de buscar

el principio es el final.

Deja ya de pedir

y agradece tu existir.

 

Morir no es un santiamen

Ni el final de tu destino

es dejar que las cosas cambien

y entregarse a lo divino.

Principio o final,

en un Universo fractal

un mundo de despedidas

es un mundo irreal.

Pues todo lo experimentado

una vez en tu conciencia

multiples veces es replicado

en el Amor de tu esencia.

Cada paso hacia adelante

Es un paso hacia detrás

Donde das lo que recibes

y recibes lo que das.

Deja ya de buscar

todo solo ya vendrá

Deja ya de pedir

lo infinito está en ti.

Deja ya de buscar

el principio es el final.

Deja ya de pedir

y agradece tu existir.

 

lunes, 22 de octubre de 2012

¿Deteminismo o libre albedrío?


Tenemos el poder de crear nuestra realidad? o todo lo que realizamos ya está predeterminado?

En el fondo aunque aparentemente hayan muchos caminos, todos llevan a un mismo sitio, a un único destino que es el camino de retorno a Dios.

Tu personalidad puede decidir si ese camino se hace más rápido o más lento; cuanto más te resistas a tu momento actual, más lento se
rá; cuanto más te abras a ver la vida aceptándola y sin juzgarla más rápido llegarás a él.

Los diferentes coloridos de ese camino en el fondo no son importantes, son parte de la infinitas posibilidades del juego de las formas.

Hasta ahora defendía que mis pensamientos crean mi realidad externa, pero que mi realidad externa, el contexto en el que estoy también pueden crear mis pensamientos. Ahora doy un paso más allá y comprendo, que tus pensamientos no crean tu realidad, ni tu realidad crea tus pensamientos.

Sino que tanto tus pensamientos como tu realidad son una misma cosa en diferentes dimensiones o grados de la realidad, desde lo más sutil a lo más denso. Diferentes dimensiones de una misma realidad, por lo cual se reflejan la una a la otra, por eso crean una realidad fractal. El mismo fenomeno que podemos experimentar cuando nos observamos entre dos espejos confrontados, que cada uno devuelve su reflejo al otro, creando un bucle eterno e infinito.

Entonces si mis pensamientos no crean nada, puedo llegar a camibar mi realidad?

Pues no, tu personalidad no la puede llegar a cambiar, pero el poder infinito creador de Dios, si que puede llevar la existencia a una nueva dimensión de la realidad. Cuando dejas de resistirte a él, y te entregas a la onda creador del Universo.

Es más, por mucho que te resistas, todo lo que tratas de apartar de la Unidad con Dios que eres, te será traído a tu realidad, una y otra vez, hasta que te abras a aceptarlo, y así puedas dejar que el poder creador de Dios pueda seguir reinventándose hasta el infinito.





Tu eliges, si quieres el camino fácil o el camino difícil; tu y los condicionamientos del contexto en el que tu personalidad se ha cocreado. Resistirse a lo que es, lo único que hará es alargar un poco el camino, y hacerlo menos disfrutable, pero al final solo hay un único destino, una única verdad, indescriptible, porque alberga todas las formas, y va más allá de todo lo imaginable.





La vuelta al origen, principio y fin del Camino, el recuerdo del Ser eterno que eres.